En diferentes circunstancias conviene justificar un proyecto. Con frecuencia se vuelve un paso esencial en el plano social o académico para responder a compromisos puntuales.
La justificación responde al argumento donde se desglosan los motivos que inspiraron la investigación. La persona frente al proyecto parte de razones asociadas al interés o la naturaleza que se quiere lograr.
¿Para qué sirve la justificación de un proyecto?
Expone por qué es relevante o eficaz el trabajo. Es decir, cómo aborda o responde inquietudes en el contexto de ese momento. Acá se unen las ventajas o beneficios que reportará.
La justificación parte de bases sólidas complementadas con los objetivos que se lograrán. De forma concreta se abordan el para qué y por qué fue investigado el tema escogido.
Algunos motivos válidos suponen:
- Construye o desmiente hipótesis.
- Tiene un enfoque novedoso del tema.
- Brinda respuestas a un conflicto puntual sea ambiental, económico, social, etc.
- Obtiene información empírica relevante y aprovechable a futuro.
- Esclarece los motivos y secuelas de algún fenómeno de interés colectivo.
Claves para redactar la justificación de un proyecto
Una buena argumentación “venderá” la investigación por su valor práctico. Se trata de transmitir la pasión que sientes por el proyecto a los lectores. Todo parte del porqué esta investigación y en lugar de otra.
¿Qué elementos son infaltables para una justificación de calidad? Cuando finalices el proyecto, ¿quién se beneficiará? ¿De qué manera concreta? Puedes apoyarte en estadísticas, comparativas y similares.
Sé realista al determinar en qué plazo se concretarán esas ventajas. Una justificación que enamora contesta de forma fluida las siguientes dudas:
- ¿Qué investigarás o en qué consiste el proyecto?
- ¿Por qué lo harás?
- ¿Para qué realizarás el proyecto o investigación?
- ¿Qué métodos o prácticas utilizarás?
- ¿Cuál es la importancia de este proyecto?
- ¿A qué problema o conflicto cotidiano dará una solución?
- ¿Cuáles serán sus secuelas tanto en pro como en contra?
Estas preguntas serán la columna vertebral para redactar una justificación de primera línea. Recuerda que abordarás únicamente las respuestas. Para dar con tu justificación ideal, tienes que responder cada una.
Tres pilares para desarrollar el proyecto
Diversos autores explican que será suficiente con que la justificación cumpla uno de estos pilares o aspectos a explicar. En contraste, otros sostienen que entre mayor y mejor se aborde la justificación, el proyecto tendrá mayor aceptación.
- Práctico. Explica qué tan aplicable es el proyecto o la investigación. Cuál será su proyección a nivel social y qué segmento de la población se identifica con él. Sin olvidar a los beneficiarios.
- Teórico. Acá se enumeran los motivos teóricos que sostienen el valor de la investigación. Se apoya en el saber que ofrece sobre el tema u objeto investigado.
- Metodológico. Señala el valor que suma la investigación a proyectos realizados en el pasado.
Si la investigación cubre otros criterios además de los aportes o beneficios generados. Todo ello son aspectos que se abordan en la justificación. Claro, la investigación siempre se justificará cuando solventen el problema expuesto.
Asimismo, cuando los resultados engrosan los conocimientos al respecto, se cataloga como útil a nivel metodológico.
¿Tiene alguna extensión preestablecida?
Estará sujeta a cambios o variaciones dependiendo del objeto que se estudia en el proyecto. A nivel general, es común encontrar justificaciones que oscilan entre los 2 a los 4 folios.
Vale señalar que en ciertas ocasiones, los argumentos podrían superar esa cantidad sin que suponga una traba o error.
Competencia ¿real o potencial?
Las investigaciones con competencias reales se centran en una necesidad actual, comprobable. Al contrario, las competencias potenciales refieren a que solventarán problemas que podrían suscitarse.
También será elemental que incluyas los objetivos tanto a nivel general como específicos que persigue la investigación. De tal manera, poseerá mayor seriedad y rigor.
Ubícate en los zapatos del lector, ¿Qué inquietudes puede tener sobre tu investigación? ¿Qué preguntas o aspectos le serán interesantes o querrá conocer primero?
¿Qué debes considerar para escribir una justificación?
A lo largo de la justificación, deben seguirse unas pautas para que conquistar a los lectores.
Lenguaje claro
Evita las palabras o término complicados que dificultan la compresión. Prefiere un lenguaje llano, directo que se entienda al momento. Así evitarás que se generen confusiones o que cada cual entienda una versión distinta.
Para ello, necesitarás tener bien establecidas las razones. Para que puedas explicarlas una por una como corresponde.
Objetivos definidos
¿A qué apunta el proyecto? ¿Qué quieres conseguir con él? De estas respuestas dependerá que se realice, será la mejor motivación. Tienes que leerse aplomo en ellos, estar bien planteados y ser concretos.
Aplicación real
Nada de castillos de naipes o en el aire. Tiene que responder y contribuir a solución problemas auténticos. Los datos aportados tienen que ser genuinos, apegados a los hechos, para que el proyecto pueda ejecutarse.
Acá se busca la razón de ser del proyecto. Entonces, cualquier dato ficticio o manipulado echará por tierra la validez del proyecto.
¿Por qué es importante la justificación de la investigación o proyecto?
Si te has sumergido en este proyecto, posiblemente te apasione. Sientes que es un cambio o una respuesta atinada a un conflicto real. Estos folios de justificación deben lograr que el lector sienta el mismo compromiso por el proyecto.
Venderás tanto la relevancia del proyecto en sí, como tus capacidades y aptitudes de investigador. Acá se exponen porqué tiene que hacerse el proyecto, qué cambio se hará o logrará.
Es decir, los beneficios que se concretarán al ejecutarse. La calidad y magnitud del respaldo que consigas dependerá de lo convincente que sea la justificación. De tal manera que se materialice el financiamiento y ayuda necesaria para superar el plano teórico o de papel.
Entonces, ese requisito académico se transformará en algo palpable. ¿Quieres poner la balanza a favor del proyecto? Incluye los plazos en que se cumplirán los beneficios.
Hazlo tanto a corto, mediano como largo plazo y en ese orden. Recuerda que los números, porcentaje así como los datos similares serán la guinda del pastel.